MERCEDES SOPHÍA RAMOS. Escritora Grupo ALAS

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sábado, 18 de mayo de 2019

miércoles, 15 de mayo de 2019

PORTADA SOLERA 129 ARTÍCULOS MÍOS

BUFONES


                                                           Mercedes Sophía Ramos


Antiguamente los bufones estaban en los palacios para entretener a reyes y derivados,
ellos hacían reír con descaro, burlándose de todo aquello que les venía en ganas, a veces, eran consentidos deliberadamente  por soberanos y señores, sus bromas o chascarrillos conseguían evadir las grandes preocupaciones de los mandatarios,  exactamente era para eso por lo que estaban siempre merodeando alrededor de ellos.    Hoy están también por todos lados, aunque su versión es diferente, no dejan de actuar como auténticos bufones, les falta saltar o hacer carambolas, por lo demás idénticos/as.
Son bufones los que se repiten con frases sobadas para quedar bien, son bufones los que sin apenas personalidad copian modas y se vuelven clones en serie, son bufones los que se repiten en las redes sociales con un yoismo pleno…sería infinito referir muchos más casos, aunque predicar es muy fácil y no se trata de eso.
Es posible, que alguna vez hayamos sido bufones, hemos consentido serlo por mil motivos, sin embargo, la idiosincrasia  no es esa, es mantenerse sin hacer el bufón sin motivo aparente, es no querer ser la persona que no somos, al final, los únicos perjudicados somos nosotros que hemos jugado a diseñar nuestro propio bufón.
En cualquier caso y pensándolo bien, existen escalafones y jerarquías  de bufones que lo impone la propia sociedad, ella dirige los distintos niveles de bufones, sin ser  advertidos, un día de estos, tanto nos podemos adjuntar en el grupo de la pobreza o el paro, o bien decantarnos  por la buena vida y el lujo.
A veces, las cosas no tienen ni pie ni cabeza, nos quedamos ojipláticos  al descubrir que la figura del bufón sigue vigente en nuestro siglo.