LOS SIN TECHOS
En estos días se comenta por todos los
rincones del planeta el descalabro
económico que amenaza el supuesto equilibrio de la prosperidad, las propuesta en común de los estados más
avanzados, serían ingerir otras políticas u otros procedimientos, que,
eliminaran esas lacras que atormentan hoy a un gran número de personas.
Mientras
esas reformas sociales lleguen, la realidad es otra bien distinta,
permaneciendo estable y contundente las diferencias y las desigualdades más
aberrantes, las comunidades de menos oportunidades adquieren un rol de
conformidad y de indefensión imposibles de superar, en esas condiciones
extremas la empatía con la sociedad es
nula, de nada sirve acumular situaciones que
han conducido a esa precariedad, la mayoría de las veces, se cuestiona y
enjuicia a los grupos más desfavorecidos de su fatal destino, la culpabilidad
que se les atribuye es la válvula de escape de los que tenemos los medios
básicos para subsistir.
Nuestro
modelo de capitalismo, admite a bombo y
platillo noticias tan delirantes y vergonzosas como la suma de dinero que
se les otorga a un fichaje futbolístico, la interpretación de estos hechos
queda inerte y sin valor alguno, el conjunto de las políticas existentes en los
países más beneficiados pasan de largo ante estas y otras muchas inmoralidades.
Ahora,
que la Navidad está presente en la
mayoría de los hogares, es posible
conciliar mejor nuestras conciencias, en cuyo propósito estará sin duda
eliminar de todas las calles del mundo a personas sin hogar, más bien ese
pensamiento estaría acorde con las
buenas personas, esas que siendo muchas
no tienen el poder necesario para doblegar ese ingrato panorama, sin embargo,
sí se tiene la potestad de visibilizar y denunciar sus disconformidades, la vivienda
es un bien que se reconoce obligatorio en todos los estados avanzados, en
nuestra modernidad y formato social no
valen otras premisas o excusas.
Con
la cantinela del neoliberalismo nos encontramos de bruces con los llamados
“Sin-Techos”, estos grupos de personas
alcanzan una cifra alarmante, en medio de tanto río revuelto y tanta ganancia
de pescadores, reclaman incesante una vivienda digna, y, lo hacen desde cualquier medio que corrobore
su lamentable y penoso estado. Existe
ahora un afán desmesurado por magnificar ciertas noticias que mitifican a una
pequeña parte y que a la postre aburren a las ovejas, ciertamente, algunas
noticias no son determinantes para sectores que viven en condiciones infrahumanas,
mientras ocurre esas simplezas, se está perdiendo un tiempo vital para desliar
tanta injusticia social y consecuentemente lograr la erradicación de la pobreza,
esa que sigue estando presente en cada
esquina de la Tierra.
Es
la educación y el humanismo colectivo lo que debe imponerse antes de subirse a Babel y besar en los morros al becerro de oro.
CUENTO
DE NAVIDAD 2021
La
casa mantenía una paz que serenaba cualquier situación desarraigada que se
viviera fuera o dentro de ella, la cocina siempre
estaba llena de niños que iban y venían en horas de recreo o descanso.
_
¡Mañana es Navidad! –dijo uno de los niños.
_ ¡Nos traerán regalos! –dijo otro con toda la
inocencia que trasmitía su mirada.
_ En la película que vimos ayer, Papá Noel dijo que
no se iba a quedar ningún niño sin juguetes –una de las niñas estaba convencida
de lo que decía.
_ Es muy raro que venga en trineo y volando por los
aires –uno de los más mayores dio su opinión algo pensativo.
_ Niños, es la hora de cenar –la cuidadora daba
todas las noches tres avisos antes de imponer su mandato más seriamente.
Los niños se sentaban a la mesa bajo la atención
esmerada de la trabajadora, en uno de los momentos de la cena tocaron a la
puerta.
_ Niños, no os mováis de vuestros asientos, os pido
silencio absoluto - la cuidadora antes de abrir la puerta echó un vistazo por
la mirilla.
_ Pasa, pasa, ven dentro tengo que hablar contigo
–entraron en la habitación más alejada.
Había llegado el turno de la noche, las cuidadoras
se esmeraban y ponían en práctica todos sus conocimientos educativos a todos
los niños y niñas que estaban en la casa.
_ Mira, he pensado que mañana nos podíamos disfrazar
de Papá Noel, no podemos dejar a estas criaturas sin regalos –la compañera
asintió sin dudar.
A la tarde siguiente, entraron todas las educadoras
vestidas con el disfraz de Papá Noel, venían cargadas de regalos, la magia
colectiva se apoderó de la casa, el griterío y la alegría de los niños
retumbaba de habitación en habitación. .
Esa tarde de Navidad quedó patente que los niños no
echaron en falta un hogar tradicional, tanto esos días especiales como durante
todo el año los niños crecían en un ambiente relajado y familiar.
Nadie jamás hubiese pensado que esos niños y niñas
estaban alojados en una casa de acogida social y que desde muy pequeños estaban
carentes de sus papás y de sus mamás.
Agradecer
a las personas sus buenas acciones, es muy parecido a rezar.
Hola:
Os escribo estas palabras para
animaros a seguir en la lucha diaria en pos de la libertad, inclusión e
igualdad de todas las mujeres del
mundo.
Todavía las mujeres tenemos muchas
causas pendientes, la lucha no está concluida, es una realidad las atrocidades
que siguen sucediendo en algunas culturas desarraigadas a todas las leyes
pacifistas e igualitarias existentes, los “Derechos
Humanos” y todos los pactos al
respecto son ultrajados a la vista tibia de civilizaciones adelantadas y
multiculturales.
Una vez más, ahí estáis las mujeres
del siglo XXI, denunciando con voz alta
todas las crueldades que hoy están siendo exponencialmente sometidas mujeres de
otras culturas. Al igual, no debéis ni debemos olvidar las tristes noticias de
desconsuelo que nos invaden, la violencia de género asesina a mujeres con una
frecuencia espeluznante en nuestro país, si bien, se elaboró una ley específica
para erradicar tal salvajismo, (Ley Orgánica del 2004) como sabéis, esa
protección integral no está dando los resultados esperados, lo indican
explícitamente las salvajes incidencias de violencia de modo continuado, las
hemerotecas informan al detalle del número de víctimas. Algo sobra o falta y
más aún algo falla. ¿No creéis?
Por tanto, sería una causa justa
reclamar una reforma a esta ley incompleta, como siempre ha sucedido vuestra
labor seguirá estando respaldada por multitud de mujeres y hombres que rechazan
de pleno comportamientos de exclusión y violencia. En esa alta atalaya no
estaréis solas, somos muchas las personas que de un modo u otro seguiremos en
vuestra misma brecha.
Todas las Librepensadoras y mujeres
activas del siglo XXI tenemos la obligación de denunciar activamente para
ayudar a toda mujer que lo necesite, tanto colectiva o individualmente es una
acción solidaria y precisa. Daros gracias es muy poco, seguir reivindicativas y no rendirse es la
pauta que marcará el fin definitivo de esta lacra social.
Esta carta va dedicada con todo
respeto y admiración a todas y cada una de las mujeres que se comprometieron al
igual que vosotras por la igualdad, y, que hoy lo siguen haciendo nuevas
generaciones con el mismo ímpetu y entrega. En el nombre de todas esas mujeres
del mundo, me permito profesaros un gran agradecimiento, tanto a las grandes
conocidas como a las que quedaron en el anonimato.
No debéis olvidar nunca que lo que
somos en nuestros días es el resultado de la pureza de ideas de las mujeres del
ayer. Gracias por tantos avances conseguidos y por todos los que están al
llegar.
Recibid mi sororidad plena.
Fdo. Mercedes Sophía Ramos