EN ESTE LIBRO HE TENIDO EL HONOR DE SER INVITADA POR LA ESCRITORA ANA SOLA PARA PARTICIPAR CON UN RELATO QUE HE LLAMADO "LA INTUICIÓN DEL TITÁN" CUYO ÚNICO PROTAGONISTA FUE MI PADRE EN UNA ETAPA MUY GRIS DE LA GUERRA CIVIL.
ANA ,HA QUERIDO ESCRIBIR SOBRE HÉROES ANÓNIMOS COMPLETAMENTE DESCONOCIDOS Y HA ELEGIDO A MUCHOS DE ELLOS QUE SIN QUERER DESTACAR HICIERON GRANDES Y MARAVILLOSAS PROEZAS, TODAS ELLAS DIGNAS DE ESTAR ESCRITAS PARA SIEMPRE.
LA EDICIÓN DE "JÁKARA EDITORES" ES ESPLÉNDIDA Y RECOMENDABLE PARA LOS LECTORES MÁS EXIGENTES.
AQUÍ, ALGUNAS FOTOS DEL DÍA DE LA PRESENTACIÓN DEL PASADO MES DE DICIEMBRE 2018.
EN ESTAS FOTOS ESTAMOS ALGUNOS DE LOS REDACTORES DE LA REVISTA "SOLERA" TODOS ELLOS, ESCRITORES Y PARTICIPANTES DEL LIBRO, ADEMÁS DE ACOMPAÑARNOS EL EDITOR PACO OLALLA.
AQUÍ ,EL RELATO CON EL QUE HE PARTICIPADO
LA INTUICIÓN DEL TITÁN
Él desde muy
joven había sido muy atrevido, no tenía miedos, únicamente los mínimos que acompañaban a sus pocos años.
Con tan solo dieciocho años se encontró en plena guerra y destinado a Madrid, concretamente en el cuartel de la
Montaña, allí tuvo una experiencia inolvidable, en su día se alistó como
electricista, creyendo que jamás iba
a ser requerido como tal, se
mantuvo al margen, sin embargo el azar quiso que demostrara sus conocimientos,
una noche el cuartel quedó totalmente a oscuras, sus compañeros y el oficial superior le reclamaron
inmediatamente, viéndose atrapado y con toda la responsabilidad que suponía dar
luz al cuartel, no se lo pensó demasiado y sin apenas tener tiempo para salir del aprieto, agarró una
escoba que ató a un palo largo y sin pensarlo dio un certero y fuerte escobazo
a los plomos, al momento el cuartel quedó iluminado, ese día creyó en el poder
de la suerte, el superior lo felicitó
efusivamente y le comentó que había colaborado con una gran misión, ya que
justo esa noche era imprescindible tener el recinto iluminado, obviamente no le explicó el motivo de la misión, y él
tampoco le reveló que apenas tenía idea de electricidad.
Unos meses más
tarde, el muchacho de ojos negros y extremada belleza protagonizó una gran vivencia, el destino
quiso ponerlo a prueba. Su familia era
muy acomodada a la vez que comprometida con la sociedad, su hermano y su tío
fueron renombrados y nobles políticos, hoy aún recordados, con todas esas
circunstancias la guerra y sus apellidos
no eran seguros para su familia, entonces preconizó sus pocos años para
elaborar un plan que pudiera ayudar a
los suyos.
Desde niño le
encantaban los coches, en esos tiempos revuelto había muy pocos, casi todos
estaban requisados y los disturbios frecuentes facilitaban los abordajes
constantes, los asaltos violentados por
ambos bandos obedecían a sálvese quien
pueda.
Como un
premonitor anunciando el acontecer se dirigió a su pueblo, allí subió un monte
escarpado muy alejado de su casa, casi en la cima de la
montaña dirigió su vista al Este avistando el lugar exacto, con soltura y
fuerza empezó a descubrir matojos, unos
tras otros, las capas de brozas dejaron
ver el techo ¡ahí estaba! su preciado Balill,a un cuatro plazas de color
burdeos, enterrado casi dos años en medio del campo.
Con total
discreción se volvió a la ciudad, con autentica desesperación se hizo de hierro
para buscar pequeñas cantidades de gasolina, su obsesión era llenar el bidón
que nunca terminaba de ver repleto, el
tiempo jugaba en contra, la ciudad empezaba a cercarse, las familias
abandonaban sus hogares, mientras las noticias corrían en su contra .
Por fin, el
muchacho pudo llenar totalmente el
barril, entonces llenó tres botellas de
la preciada gasolina y emprendió viaje rumbo a su coche.
Cuando
desenterró el vehículo, pidió un milagro que sucedió, el coche arrancó con los
tres botes de gasolina, él nunca entendió
aquel portento inexplicable, sin más se lanzó carretera abajo camino de
la ciudad.
Habían quedado
en el parque a una hora indeterminada, ni sus hermanos ni él mismo sabían si
podría llegar a la cita, al llegar se abrazaron por la victoria tan grandiosa,
allí estaban sus hermanos con tres damajuanas llenas de gasolina, ellos
siguieron al pie de la letra las instrucciones que él les dio, simulando así
que era agua nadie sospecharía que llevaban combustible.
Los ojos
victoriosos del joven se sorprendieron al ver que no solo estaban en la cita sus hermanos, también había acudido la novia de uno de
ellos, ella llevaba un montón de bultos y tres maletas, instintivamente miró al
hermano para hacerle ver que en el coche no era posible viajar siete personas
donde solo cabían cuatro viajeros, no hubo que mediar palabra, el novio era su
hermano mayor y para él tenía el máximo respeto, así que emprendieron viaje a
Valencia.
Con todas las
vicisitudes inimaginables, viéranse los siete en tierras valencianas, tardaron
algo más de dos días, el balilla no daba para más, la gasolina parecía haber sido bendecida como agua bendita, justo al llegar al destino el
depósito quedó vacío. Realmente todo un milagro.
Ninguno de ellos
habían hecho nada malo para huir a otro ciudad, pero más tarde comprendieron
que hubiese pasado si se hubieran quedado.
El muchacho con
sus pocos años había salvado a parte de su familia, la intuición y el valor
acompañó a la heroicidad de la que nunca presumió. La humildad siempre le
acompañó durante toda su vida.
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