DIEGO CEANO
Escribir
sobre Diego Ceano es infinitamente gratificante, su polifacética obra nos lleva
por todas las rutas del arte, una de sus principales virtudes es su
incuestionable amor a Málaga, la investigación constante que Diego ha dedicado
a la sabiduría de costumbres y tradiciones de nuestra ciudad ha situado a Ceano
en la cúspide de la excelencia.
En
otro orden de valores, el escritor cuenta con medio centenar de libros
publicados, suficiente demostración para obtener sin preámbulos un alto puesto
en el ámbito literario, él que no es amigo de halagos ni de pleitesías
sobresale notablemente en este apartado intelectual.
Diego
a su vez es autor de sendas obras de teatro, artículos, prólogos y de
interminables facetas relacionadas con la cultura, sin duda, sus dones alcanzan
un nivel que recordarían a los grandes personajes que han transferido
atemporalmente en la historia de nuestra ciudad.
Otra
de sus muchas facetas artísticas es la de pintor naïf, su maestría en
esta disciplina conlleva una interminable y numerosa obra plagada de estampas y
lugares emblemáticos de Málaga y también de otras ciudades, su particular
colorido en espacios detalladamente argumentados, nos transportan a un deleite
de sensaciones difícilmente explicable.
Todo
ese derroche de arte lo comparte imbatible con todos aquellos artistas inéditos
o desconocidos que lo necesiten, Diego, sin más expectativas que el humanismo
que lo identifica, les ofrece su mano desinteresadamente y con verdadera alma de
gestor cultural les presta su ayuda, su atención y su valioso tiempo,
organizando impecablemente infinidad de exposiciones colectivas, todo en
sintonía con una génesis de bien hacer y de respeto absoluto por los demás y
por el arte que representan, además, nuestro querido geminiano hace gala a su
benefactor carácter sabiendo disfrutar de la buena gastronomía y siendo
nombrado Pintancero Mayor por una reconocida hermandad
gastronómica.
Por
todos estos enormes valores, Diego ha sido entrevistado en multitud de ocasiones,
siendo admirado y querido en Málaga como un excelente embajador, además, de un
referente irrepetible, sin embargo, todo sería poco y se espera que su figura
sea reconocida favorablemente por nuestras instituciones culturales.
¡Sería
una magnífica y merecida noticia!
¿Qué sería un sueño al revés? Pues podría que sucediera justo todo lo contrario de los orígenes del sueño, entonces estaría claro que el propósito quedaría nulo y con él se desvanecería el anhelado sueño. Tampoco se daría el caso que esa posibilidad correspondiera a huir de los deseos cumplidos, no es la idea exacta lo que un sueño al revés manifiesta.
Tal
vez buscando el ángulo bueno de las cosas, ese revés nos ayudaría a excluir
definitivamente el sueño que tantas veces a conducido nuestro ánimo a
desalentados y furtivos momentos, el esfuerzo interior ha podido ser tan
frustrante como subir una abrupta cima intentando buscar un jardín en la más
evidente aridez. En ese caso, si el
jardín no existe el sueño dejaría de tener validez e inmediatamente quedaríamos
libres de él.
Sería
una quimera pensar que todos los sueños se hacen realidad, si buscamos
resultados todo puede tener su lado positivo, por ejemplo, tal vez se podría recurrir
a visualizar con lucidez nuestros sueños, esas prácticas según los psicólogos
son muy socorridas, en ellas se sostienen que alteran gradualmente algunas
hormonas que propagan el bienestar general en la psiquis de las personas, por
tanto, los sueños tienen reversos y se pueden dirigir a otros lugares distintos
para los que en principio se diseñaron. Lo mejor de ello es que los sueños al
revés nos pueden dar muy gratas sorpresas, porque justo esa fantasía inusitada
dentro de nuestro ser, se pone del revés para
ofrecernos en grado exponencial mucho más de lo que en principio soñamos y
además de modo real.
DECIR SÍ
Decir sí, a lo imaginado, a lo que implica riesgo
a lo que carece de estabilidad, a lo que no tiene explicación
a aquello que contiene incoherencia o inconcebibles inconvenientes
a lo que se espera una enorme derrota
a la valentía, a lo que te pide el corazón
a lo que crees, sin esperar nada a cambio.
Decir sí, a contra corriente, sin más preámbulos, sin más dudas
sin más expectativas, aliándose con la incertidumbre
con lo que podría ser un desconcierto o un seguro desacierto
decir sí, a la boca del lobo, a un laberinto sin puertas
a un naufragio sin salvavidas, a un vuelo sin alas
por encima del mundo, decir SÍ.
Esta inédita prosa poética está inspirada en todos aquellos anhelos por los
que creemos luchar y en la valentía de dejarse llevar por el fluir del corazón,
es decir, siempre sí a pesar de la contraria evidencia, tanto en temas sociales
como en los afectivos, solo nos bastaría una leve intuición para asentir. No se
trataría de tirarse al vacío o a un acantilado sin mar, tampoco de precipitarse
a una incursión sin límites; se explicaría de ser consecuentes con nuestro
interior y también con todas aquellas cosas que pudieran contener trazos de
felicidad y de alegría, no vaya a ser que por contentar a otros no nos
atrevemos a equivocarnos o directamente desistamos de acertar con la ruta
elegida.
No olvidemos que los vientos cambian repentinamente su dirección y puede
que alguna vez sople a nuestro favor.
Digamos SÍ.
MONTE DE LA VICTORIA
El monte de la
Victoria está ubicado en plena urbe, el Jardín de los Monos y la calle Victoria
quedan a muy poca distancia de este monte que, más que eso es un precioso y
frondoso bosque, pues bien, justo subiendo por la malagueña calle de la
Amargura, nos encontramos con ese paseo lleno de sorpresas y puro arte.
Los aromados eucaliptos, pinos y toda la arboleda
que cubren esta preciosa ruta, acompañan a una zona que emite un caudal de
sensaciones que solo puede ofrecer el esplendor del campo en su estado natural
más diverso, allí el ecosistema queda intacto, nada ni nadie lo ha perturbado
excepto un artista, él y sus manos han esculpido un buen número de tocones y de
troncos talados al azar, el espectáculo inesperado nos regala una obra en mitad
de la naturaleza. Al observar su gran creación queda patente que este artista
no pretende culminar su talento en reconocimientos o gratitudes, su propósito
se basa en la grandeza de los altos artistas, crear solo por el goce exclusivo
de realizarlo. Los tocones esculpidos nos recuerdan al estilo románico de la
ciudad de Petra, sus torres trabajadas en recovecos, curvas y curiosos
pórticos, trasladan la imaginación a lugares secretos y sagrados.
El escultor Manuel Ledesma, cuyo nombre no
aparece grabada en ninguna de sus obras merecería una repercusión inmediata,
sus tocones al aire libre y sin ninguna protección serían dignos de ocupar un
distinguido lugar en los más selectos museos de nuestra ciudad, sería
lamentable que la intemperie estropease esta insigne obra y finalmente quedasen
en el olvido.
Este monte llamado antes el cerro de San Cristóbal, es bien llamado hoy el
monte del paraíso, es un nombre muy apropiado, en él se sienten multitud de
percepciones, poniendo en guardia los sentidos, emite serenidad y mucha calma,
al mismo tiempo, nos trasmite confianza al sentir nuestro cuerpo como una parte
esencial del propio bosque.
Es Málaga por sí sola una ciudad edénica, en muy poco tiempo podemos recorrer
mar y campo, valles y montañas, bosques y acantilados, y todo aquello que se le
antoje a la diosa naturaleza.
Algo muy importante para visitar este lugar, es elegir una buena compañía, en
mi caso, fui acompañada por mi hermano, artista de altas sensibilidades y buen
espectador de la cultura y de las cosas bellas, eso es esencial para poder
disfrutar de esos senderos maravillosos,
llenos de aromas, colores y arte, cuyas excelencias podemos examinar sin
límites en el monte de la Victoria.